lunes, 11 de octubre de 2010

MI ALCOBA


Glaciar de besos sin boca.
Silencio de atardecer.
Paredes expectadoras
del desvelo, de mis horas,
de mi sangre adormecida
en hogueras sin arder.

Así fue siempre mi alcoba,
laberinto sin desdén,
ermita sin cal en las sombras,
visillos sin descorrer,
ventana que nada ofrece
sin mañana y sin ayer,
puerta abierta sin presencia,
escalofrío sin piel,
cortinas que vuelan solas
como auroras de papel
y un sin fin de soledades
como el baile de un ciprés.

Hoy mi alcoba es una playa
de brisa y amanecer,
es canción de mediodia,
de tequieros al oído
y de cosas por hacer,
caricias que se acomodan
en los valles de mi ser,
dos huecos en la almohada,
dos suspiros a la vez,
dos móviles en las mesillas,
susurros sin entender,
dos vasos llenos de agua,
dos cuerpos piel con piel,
en un lecho de limón y espliego
donde el amor nos viene a ver.
Fuengirola-Málaga 27-29 de septiembre de 2008

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