martes, 12 de octubre de 2010

TU AUSENCIA

Me rompe entero,
me deja el alma seca
con su succión constante,
y sin tus besos,
-caballos que relinchan
en las cuerdas de mi sangre-
Me apaga el fuego
que quemaba nuestro amor
en un alarde,
sin tus acechos
que deleitan tu mirada
al contemplarme.
Me deja inerte,
sin la brisa de tu mar,
que tanto quiero.
Y en esta muerte
se desmayan
las caricias de mis versos.
Se vuelven negros
los momentos, los minutos,
los instantes…
y entonces muero
por tu ausencia,
sin tu voz al despertarme.

Fuengirola, 4 de mayo de 2008

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