miércoles, 13 de octubre de 2010

LA REINA DE LA PUNTUALIDAD

    Estoy asquerosamente consternada, más pena tengo que nadie, con lo buena chica que soy!
    En el trabajo estoy asediada por un compañero. No me deja hacer de las mías, con lo que a mí me gusta llegar una hora y media tarde cada mañana y cobrar lo mismo que él. Antes de que él entrara en plantilla, como había una mesa vacía, yo me llevaba a la oficina a mi hermana que estaba en paro y así hablábamos y hablábamos y hablábamos. Ella se traía sus folios que quería fotocopiar, en vez de gastarse el dinero fuera, como debe ser... pues también critican a la pobrecilla de mi hermana, con lo buenísima que es! Yo cuando la llamo por teléfono, para qué voy a usar mi móvil particular, teniendo el fijo de la oficina? Pues nada, no puedo ni llamar a mi hermana sin que se me llame la atención, que una echa 3 horas diarias de jornada y no hay derecho a que encima que las echo, que me tengan en entredicho.
    Incluso se meten con que yo lleve a mi niña al médico. Pero bueno, cómo voy a llevar a mi niña al médico por la tarde, pudièndola llevar por la mañana y así escaquearme toda la mañana por asuntos propios?
Aparte de eso, sabiendo que estoy apurada con mi trabajo porque llegué 2 horas tarde, mi compañero, que ya lo tiene todo hecho -porque entra a su hora- ni se digna a echarme una mano y esas cosas no se hacen, yo estoy ya muy harta de que se tenga tan poca consideración conmigo.
    Sí, sé que trabajo poco -las cosas como son- pero eso no es motivo para que me tengan entre lenguas, que yo no hablo de nadie. Si mi compañero llegase tarde, yo no se lo afearía, pero él sí que me lo dice con la cara que me pone, que hasta me hace hacer puchero y todo, con lo sentida que es una, que lloro por nada.
    Yo tengo treinta días de vacaciones, como todo el mundo, pues no sé cómo me las arreglo, que tras haber pasado el año entero diciendo que: "mañana no vengo, tomo el día a cuenta de las vacaciones", al final me siguen quedado treinta días. Y yo sé contar, eh? pero nada, también dicen que eso no es lógico. Es que se meten en todo, vamos, en todo. No puedo hacer nada de nada.
    Mi hermana por fin halló un trabajo, y la pobre, como no está acostumbrada a trabajar, pues de la impresión se me puso malita, y se dio de baja a los cinco días de que la contrataran. Pues zas, también ven como algo censurable que la pobre mía se pusiera malita. Y no se dan cuenta que la pobre hace lo que ve de mí, que ha visto que sí, que soy una cara dura de tomo y lomo y que sin hacer apenas nada, cobro exactamente el mismo sueldo de mi compañero. Eso es ser lista y no otra cosa. Es que una no puede ser lista? es que tengo que ser la boba de turno que llega religiosamente a las 8 a la oficina y sale a las 3, y hace un trabajo de calidad? pues como que no, qué quieren ustedes que les diga? no quiero adolecer de tonta. Si tengo que padecer las habladurías de la gente por ser lista, las padeceré, pero yo seguiré viniendo a la hora que me dé la gana, cogeré los días que se me antojen cuando me dé la gana y seguiré llamando a mi hermana con el fijo de la oficina, cada vez que me dé la gana. Faltaría más. Sí, hasta un día me dijo mi compañero, que tengo más cara que un duro en perrillas, pues mejor tener que no desear. Y se pone a decirme con amenazas que se lo va a decir al jefe, que le va a dar la idea de poner una cámara espía de esas web para que desde su casa vigile cada movimiento nuestro y que va a proponerle que ponga un aparato de esos para picar a la hora de entrada -con lo chivatas que son esas cosas, madre mía- como haga eso, ya me dirán ustedes cómo voy a llegar tarde a la oficina, cómo voy a continuar llamando a mi hermana desde el fijo, o cómo me voy a escaquear antes de que lleguen las 3 para hacer lo que me plazca, como llevo haciendo desde siempre. La verdad, si no me entre fibromialgia por tanto acoso es que estoy hecha de hierro. El mobbing es un mal invento y siempre se emplea con las personas más inocentes de las empresas, con lo buenísima que yo soy, pues nada, aquí me tienen: crucificadita con este dolor que ni me deja dormir. No voy a llegar tarde a la oficina, si me cuesta un riñón conciliar el sueño? -eso es lo que suelo decir, porque la realidad es otra, me voy de parranda por ahí o me quedo hasta las tantas viendo la tele- .
    Bueno, sea lo que sea... yo no tengo culpa de nada, mi conciencia bien tranquila que está, y no digamos la de mi hermana: como los chorros del oro tenemos nuestras conciencias, sin mistol vajillas ni nada, que nuestra madre nos enseñó siempre a ser muy escamondadas y limpias. Ella fue quien nos dio tanto aplomo ante la adversidad, la que que nos inculcó a fuego los valores que debemos tener las personas humanas -digo humanas, porque ni mi hermana es un loro ni yo una cacatúa- . Sólo estamos siguiendo la matriz que se nos puso por delante.
    ¿Está la empresa arruinada porque yo no haga ni el huevo? -con perdón de los eunucos-¿ Está la empresa teniendo mala reputación por llegar tardísimo cuando mi compañero está de vacaciones y no abro la oficina hasta las 11 de la mañana, y la cola llega hasta Navacerrada? Nadie ha puesto aún una sola queja de mi impuntualidad, así que si eso no afecta al público, para qué le va a afectar a la empresa? Si yo viese que la empresa sufriera vituperio, yo abría a las 10 o así -tampoco hay que mal acostumbrar a los usuarios,que luego se toman la confianza por su mano y le exigen a una que abra a las 9 de la mañana y eso ni hablar del peluquín, que no madruguen tanto, ea-
    Bueno, se me está haciendo tarde, que tengo hora para el peluquero a la 1 y media y ya está al caer. Sí, en efecto, mi hora de salida es a las 3, pero no querrán ustedes que yo le haga el feo a Luis María, que es mi peluquero, sólo por salir del trabajo a mi hora, de eso nada, que una es muy educada y soy muy puntual para llegar a las citas.
    Así que nada, encantada, adiós y muy buenas.

Málaga 13 de junio de 2008


    

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