De yunque es el aire que acaricia tu garganta,
la oscuridad de la noche de tu voz herida,
convirtiéndote en mujer de tez transida
impregnada en el misterio de tu fragua.
Eres flauta que a la cobra siempre encantas,
murmullo de oración en una esquina,
verso antiguo que redimes con tu espina
y el perfil majestuoso de tu estampa.
Eres fiera que peleas con la zambra,
convirtiendo en vendaval tu dulce brisa.
Eres viento en las orillas de una playa.
Y te asomas a la mar como un vigía
lo mismo que la árabe alcazaba.
Eres Málaga, vino dulce y maravilla.
1 de febrero de 2007
la oscuridad de la noche de tu voz herida,
convirtiéndote en mujer de tez transida
impregnada en el misterio de tu fragua.
Eres flauta que a la cobra siempre encantas,
murmullo de oración en una esquina,
verso antiguo que redimes con tu espina
y el perfil majestuoso de tu estampa.
Eres fiera que peleas con la zambra,
convirtiendo en vendaval tu dulce brisa.
Eres viento en las orillas de una playa.
Y te asomas a la mar como un vigía
lo mismo que la árabe alcazaba.
Eres Málaga, vino dulce y maravilla.
1 de febrero de 2007
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