martes, 12 de octubre de 2010

LLORO

Lloro.
Sí, lloro por los besos
que no nos daremos .

Lloro.
Lloro mucho.
De qué manera lloro.

Mi cara
es vereda de lava viva
y mis ojos,
dos sauces muertos de amor.

Lloro.
Sí, lloro por mi piel
aterida de frío sin tu piel,
por no sentir en mi nuca tu aliento.
Mis oídos son hoy
dos simas de silencio
sin tu voz,
sin ese silencio tuyo
que tanto me decía.

Lloro.
Lloro mucho.
De qué manera lloro.

Mi espalda y mi costado
yacen en mi cama
sin tus manos,
sin ese temblor de adolescente
que me dejaba el alma blanca,
sin un resquicio de oscuridad,
sin tu mirada llena de ternura,
sin ese tequiero que me decías
creyéndome dormido,
mientras la almohada
se embadurnaba
de mis tequieros callados.

Lloro.
Sí, lloro mucho.
De qué manera lloro.
Y lo haré hasta quedarme
sin corazón,
sin un asomo de vida
en mi espíritu.

Cómo se derrama mi llanto...
Cómo me sepulta en mi alcoba...
Cómo me está matando...

Lloro.
Lloro mucho.
De qué manera lloro.


Málaga, 20 de enero de 2006

No hay comentarios: