lunes, 11 de octubre de 2010

DESAMOR

Azul.
Así te ven mis ojos pardos
que conviertes en azul.
Azules, tus cabellos
que tiñen al viento de azul.
Azules, tus manos
que acarician tu rostro azul,
tu boca azul,
tu cuello azul.
Eres el mar,
el cielo,
el alhelí azúl.
Eres nada en la nada
pero siempre azul.
Ni siquiera sé si tu azul mirada
-si es que es azul-
están espiándome
entre esa niebla opaca y azul
que te aparta de mí,
que me hace sentirme apático
de ese azul que tanto atrae
a tantos jóvenes azules.
A veces te he sentido
y he sido azul.
He estado embriagado de azul,
de ti,
de tu perfume acre y dulzón.
Ahora, que carezco de ti
no te añoro.
No me domas.
No eres nada.
¡Solo azul!

Fuengirola, 28 de mayo de 1995.

No hay comentarios: