CUANDO AMANEZCA

Cuando amanezca,
y la oscuridad de tu recuerdo se esfume...
Cuando amanezca,
y el brillo de mi alegría vuelva a mis ojos...
Cuando amanezca,
yo seré un hombre nuevo,
un hombre lleno de sol,
lleno de mar,
lleno de ti, pero sin dolor.

Cuando amanezca,
se me olvidará el llanto,
tu voz, todo lo negro
y volveré a ser el de siempre,
un hombre vivo
que anda caminos
sin mirar a la derecha o a la izquierda.

Cuando amanezca
tu pelo negro
se habrá esfumado de mis manos,
y tus besos, y aquella risa
que me hacía tanto bien.

Detrás de las montañas,
donde nace el Sol,
se halla el camino que he de recorrer,
pero una vez más vendrá la tarde,
precursora del añíl,
de la Luna, confidente
de cada pensamiento,
de cada momento de locura,
de cada lágrima,
de cada suspiro de mi boca.
Y de nuevo me sentiré nostálgico del alba
y estaré pensando de nuevo
en cuando amanezca.

Fuengirola, 12 de septiembre de 2000