Si tú fueras el mar…
te nadaría,
exploraría tus entrañas,
galoparía
en caballitos dorados
para buscar tu sonrisa.
Si fueras noche oscura…
te alumbraría
con el candil de mis besos
y tus tinieblas relucirían.
Si tú fueras monte
me acostaría
en tu hierba y me dormiría
y soñaría
con tu fragancia
de tomillo en flor.
Y desearía
despertar en tus laderas
al despuntar el día.
Si tú fueras el eco
no pararía
de decir tu nombre.
Contestarías
con tu acento enamorado
y repetirías
con el mío en tus labios.
Si tú fueras fuego
me quemaría
en tus candelas.
Me abrasaría.
Y en las lenguas de tus llamas
dibujaría
tu corazón y el mío.
Eso haría yo.
Eso haría.
Fuengirola, 11 de marzo de 2011.
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