martes, 12 de octubre de 2010

Y DE PRONTO ME ENCONTRÉ CON TU MIRADA


Nunca supe de la vida después de la muerte
hasta esta tarde.
Estaba muerto, hastiado de todo,
y de repente me encontré con tu mirada,
con tus caricias, con tus suspiros
que me lo dijeron todo.
Yo temblaba
y me quise cobijar en tus brazos,
sentir tu piel en mi piel,
gritar mi tequiero tímido
en tu oído ávido,
enterrar mi rostro en tu regazo.
No sé qué nos pasó.
Pero la tarde
nos ofreció nuestra verdad,
la que quisimos no saber...
por temor a que todo esto
fuese de cristal y no de acero.
La luna está repleta
de nosotros
en este abril con ribetes de estío.
Y  miro al cielo
y veo tu sonrisa,
oh, y el insomnio
que me deja con el verde de tus ojos,
con mi piel que aún huele a ti,
con el trotar de nuestros cuerpos amándonos,
con lo tibio de mi adentro
derramado sobre ti...

...Y de repente me encontré con tu mirada.

Málaga, 25 de abril de 2005

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