lunes, 11 de octubre de 2010

TOMA

Toma.
Toma tu apatía y escaso amor,
tus tequieros sin corazón,
tu corazón sin mí.
Toma.
Toma mis ojos inundados en ti,
mi boca cerrada y muda,
mis manos sin tacto,
mis esperas eternas
y mi encono callado.
Ya no eres nada,
ni si quiera una mirada en la penumbra.
Eres el olvido, la nada,
lo que nunca existió.
Toma.
Toma mi memoria vacía de ti
y déjame igual que siempre:
igual que en cada momento de mi vida.
Sí, déjame sin ti.

Fuengirola, 17 de noviembre de 1996.

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