lunes, 11 de octubre de 2010

SONETO PARA NOSOTROS

Que no se esconda en el Oeste la noche.
Que la luna siga atenta a mi suspiro.
Que mis tequieros que ahora yo te digo
sean a tu corazón mi pasaporte.

Quiero ser tu estrella, tu horizonte.
Quiero ser para tus pies ese camino
que te llene el corazón de justo olvido
para ser el centinela de mi nombre.

¿Cómo, sin tenerte enmudecido
me siento en soledad, sin un reproche?
Eres extranjero en mis latidos.

Pero en mis labios la sangre se me encoge
sin los besos que jamás yo habré tenido.
Soy poema de amor que no se esconde.

21 de septiembre de 2005.

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