miércoles, 20 de octubre de 2010

ROMANCE DE JUAN DE DIOS

Juan de Dios es un gitano
de anchas patillas blancas,
con sombrero de gamuza
y negro traje de pana.
Un clavel de rojo encendido
lleva puesto en la solapa
y en los pies, como una reliquia,
sus botines de media caña.
En su rostro están los años
de una vida ya pasada
y el bronce del atardecer
que tienen los de su raza.
Una vara verde de almendro
es su fe de patriarca
pero su negro pasado enturbia
el brillo de su arrogancia.
Cantando va por lo bajo 
en medio de la calle Ancha
unas tristes malagueñas
que le destrozan el alma.
No le deja la conciencia.
El remordimiento le mata.
La vida siempre devuelve
lo mismo que se le paga.
Lampando va por tabernas
con al única esperanza
de que alguien le convide,
de inspirar alguna lástima
y así sacarle unos duros
a cambio de alguna gracia.
Fue el más tirano de todos
con todos los de su casa,
dictador, desconfiado...
de autoridad trasnochada.
Sus hijos no se atrevían
ni a mirarle a la cara
y de noche se dormían
-entre insultos y amenazas-
con el miedo agazapado
y anhelando la mañana.

Juan de Dios es ya muy viejo.
Se le acabó la jactancia.
Sus últimos años vive
entre sollozos y lágrimas,
lágrimas que fue ganando
a cambio de no dar nada.
Se recoge a altas horas,
cerca de la alborada.
A menudo para sus pasos
bajo una farola apagada.
Ya no puede con su vida.
La soledad le apuñala.
Da pena verlo tan solo
con su pena a las espaldas.
Da pena verlo tan roto
cuando llega la mañana.
Después a empezar de nuevo,
pero sus ojos le delatan.
De nada sirve el sombrero,
ni el traje negro de pana,
ni el clavel de rojo encendido
que se prende en la solapa.
Cuando alguien tiene una pena
nunca puede disfrazarla.
El pesar es transparente 
igual que el cristal y el agua.

Juan de Dios está muy malo.
Solo se muere en su cama.
Nadie cerrará sus ojos
cuando se apague su llama,
ni pondrá un pañuelo blanco
sobre su cara gitana.

Juan de Dios murió rezando.
En silencio quedó su casa
y en un rincón de su cuarto
sus botines de media caña.

Fuengirola, 20 de septiembre de 2001.

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