lunes, 11 de octubre de 2010

NOCHE DE PLENILUNIO

La noche es fría.
El cielo está bordado de estrellas
y a un lado, la Luna,
esta luna plena, rojiza.
Salió de aquella montaña lejana,
junto al mar.
Y la noche es fría.
Hoy mis años han crecido,
comenzaron a bajar peldaños.
Hoy mis pasos encontraron el camino,
pero esta noche de diciembre,
primera etapa de esta luna que áun no ví,
me seduce, me puede.
Y yo sucumbo a su perfume
de salitre y rocío.
Y noto su beso
que se me antoja eterno.
Oh noche de plenilunio,
última de un siglo que se va,
sacía de emociones mis latidos,
y mis ojos, y mi oído...
Y de nuevo tú fuiste el centro, noche,
y tus estrellas,
y tu topacio redondo en mi mirada.
Y me haces vibrar.
Y la paz se cobija
en cada hendidura de mi cuerpo.
Y suspiro, y amo, y vuelvo a suspirar...
Y continúa esta paz,
y este sentirme abrigado,
y este encontrarme a su lado,
y este deseo inmenso
de saberle en mi costado.
Porque Él es Dios,
el Padre de la noche,
y de la Luna y del amor.

Fuengirola, 11 de diciembre de 2000

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