martes, 12 de octubre de 2010

LA CANCIÓN DE LAS MUCHACHAS

Iban muchachas cantando
por la orilla de la mar.
Iban cogidas del brazo
cantando coplas de sal.

"Queremos que nos entregues
desde tu profundidad
estrellas y caballitos,
para así poder hallar
amores de salitre y luna
que nos llenen de felicidad."

Iban chiquillos alegres
cortejando su cantar
chocando conchas de nácar
y silbando sin cesar.

La línea añil tan lejana,
ebria de espuma y coral
los miraba rendida y serena
como el que quiere evocar.

Las piérides sacaban sus arpas,
las sirenas, su llorar,
y otras ninfas fabulosas
se pusieron a danzar
con marineros dormidos
en sus barcas de cristal.

Entre la purpúrea bruma
la Luna se puso a soñar
con trovadores de céfiro,
en su oscura soledad.

Las muchachas seguían cantando,
cantando a la orilla del mar:

"Queremos que nos entregues
desde tu profundidad,
estrellas y caballitos
para así poder hallar
amores de salitre y luna
que nos llenen de felicidad."

Con diademas de amarantos
se pusieron a buscar
donceles recién nacidos,
con sus canciones de sal.
Canciones de anhelos nuevos
blancas como la cal.
Como un beso nunca dado.
Como las perlas de la Verdad.

Fuengirola-Málaga, 9 de octubre de 2001

 

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