Hay bocas que son cuchillos
que hieren hasta matarte.
Hay labios que con sus llamas
no cesan de achicharrarte,
que emponzoñan tus alegrías
y los caminos que tú pisaste,
tus soles, tus mediodías,
tus mañanas y tus tardes.
Hay bocas que sin saliva
te escupen tu propia sangre,
te doblan muy fácilmente
como se parte un alambre.
te escupen tu propia sangre,
te doblan muy fácilmente
como se parte un alambre.
Hay bocas que nos acechan
en ventanas y soportales
despellejándote el alma
con palabras de alfileres
que se clavan en el aire.
en ventanas y soportales
despellejándote el alma
con palabras de alfileres
que se clavan en el aire.
Sin embargo, hay otras bocas
tan buenas como una madre,
solidarias y benignas,
benevolentes y amables
que con sus dichos de miel te entregan
una dicha inacabable.
Contigo son siempre justas,
transparentes y veraces,
te estimulan, te ennoblecen
y te amonestan cuando no haces
el bien que debiste hacer
estando ello a tu alcance.
Fuengirola 27 de septiembre de 2003
tan buenas como una madre,
solidarias y benignas,
benevolentes y amables
que con sus dichos de miel te entregan
una dicha inacabable.
Contigo son siempre justas,
transparentes y veraces,
te estimulan, te ennoblecen
y te amonestan cuando no haces
el bien que debiste hacer
estando ello a tu alcance.
Fuengirola 27 de septiembre de 2003
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