lunes, 11 de octubre de 2010

FUE UNA TARDE DE CAPRICORNIO

Fue una tarde de capricornio
de sol yacente y sombrío.
Tus ojos miraron los míos
envuelto en tu andar nervioso.

Y mi mirar melancólico,
tras aquel muro de vidrio,
te arrojó estrellas y lirios
huyendo de mis escombros.

Cuántos besos, cuánto asombro.
Nos llenamos de suspiros
sin más palabra ni adorno.

No hubo llaves ni cerrojos.
No tuvimos que mentirnos
ni taparnos nuestros ojos.

Fuengirola, 23 de diciembre de 2005.

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