martes, 12 de octubre de 2010

EL AROMA DEL MAR EN TI

Hoy siento que un poema
se atraviesa en mi garganta.
No quiere salir.
No quiere herirme.
No quiere invitarme a morir.
Hoy siento que mi llanto se derrama
dentro de mi latir.
Hoy mis venas no llevan sangre,
sólo las lágrimas que me bebí
causando que hasta mi aliento
no quiera salir de mí.
Quiero retenerte toda,
tus ojos, tu pelo, tu reir,
tatuar tu recuerdo en mi pecho
y los besos que nunca dí,
que se quedaron en mi boca
muertos, como el olor de un jazmín
al mediodía de un estío
que no lo deja vivir.
Mis tequieros siguen conmigo,
aún continúan aquí
encerrados en mi alma,
siguen callados sin ti.
Pero a veces, entre sueños,
yo mismo los oigo salir
impregnándose mi alcoba
de este amor que sigue en mí.
Y mis labios se adhieren a tu nombre
hasta que me vuelvo a dormir.
Y luego, por la mañana,
cuando el Este empieza a parir,
mis ojos vuelven a abrirse
porque Dios lo quiso así.
Y me asomo a la ventana
por si te veo venir
con conchas de nácar en tus manos
y el aroma del mar en ti.
Y Le hablo, y Le siento
y noto que viene a mí
como un bálsamo de lirios
que me ayuda a vivir.

Fuengirola, 26 de marzo de 2002

No hay comentarios: