martes, 12 de octubre de 2010

DÉJAME (oración)

Déjame decir al río
que me devuelva mi risa.
Déjame arrojar al viento
mi angustia de carne ajena.
Déjame quebrar la caña
que flagela al inocente.
Déjame lamer las llagas
de los que lloran a sus hijos.
Déjame soñar despierto
mientras me cierran las puertas.
Déjame cerrar los ojos
de los que mueren a diario.
Déjame gritar mi pena
con los labios cerrados.
Déjame cantarle al mundo
que el futuro no es incierto.
Déjame trazar caminos
precursores de la dicha.
Déjame dormir tranquilo
porque todos tienen techo.
Déjame sentirte siempre.
Sé latido de mi vida.
Déjame sentirme niño
al amparo de tus alas.
Que tu sombra me acrisole
y me limpie todo entero.
Que el calor de tu Palabra
sea mi luz y mi justicia
y que llenes mis alforjas
de los panes de tu credo.

Fuengirola, 14 de octubre de 2001

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