lunes, 11 de octubre de 2010

CORDILLERA DE CARICIAS

Soy la esquina que te espera en tu llegada,
la ventana que se abre a tu presencia,
la farola con su luz amarillenta
que ilumina la fachada de tu casa.

Soy camino de tus noches, tu alborada.
Soy tu beso de pasión y tú mi ofrenda,
ese fuego incandescente que te quema,
cordillera de caricia en tus mañanas.

Soy palabra sin desdén en tus tinieblas,
agua nueva sobre ti que se derrama,
esa estrella que en tus tardes te despierta.

Soy la brisa del estío y tú mi playa,
horizonte de esas horas tan inciertas
que embadurna tus latidos de esperanza.

Málaga, 22 de junio de 2004

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