miércoles, 20 de octubre de 2010

AMOR MÍO

Nací cuando te hallé
y me quedé sin vida
cuando te perdí.
Desde entonces
soy sonámbulo de ti,
ávido de tus besos y tus ojos
y muero cada vez que despierto,
y muero cada vez que respiro.
Soy pavesa de hojarasca en este otoño,
mueca herida por tu adiós,
hastío que se rompe de dolor,
lágrima que abrasa mi rostro,
desconsuelo en mi suspiro
y soledad innata cuando te pienso,
cuando te pienso en cada instante.
Voy vagando por la noche
sin salir de casa,
sin dejar de sentir las escarchas de mi alcoba,
y sólo deseo estar contigo, amor,
abrazarme como loco a tu mármol
y sentir el relieve de tu nombre
sobre mi corazón,
sobre mi pena derramada en mil gritos
y permanecer así
hasta que el recuerdo de tu voz
seque mi quebranto, amor mío, amor, mío...

Fuengirola, 1 de septiembre de 1999.

No hay comentarios: